Friday, December 06, 2013
Que el sol resplandezca sobre su podredumbre hasta cocerla a punto y devolverla a la naturaleza. Que el cielo contemple su osamenta magnífica expandirse como una flor. Tal vez, detrás de aquella roca una perra intranquila te mire con los ojos aireados, acechando el momento de recuperar en tu osamenta el apetecido bocado. Y, sin embargo, igual serás a toda esa basura, a toda esa horrible infección, la estrella de mis ojos. Sol de mi vida entera, tú, mi ángel y mi pasión. Si así tiene que ser, hermana mía, después de mis últimos rezos, cuando bajo la hierba florida y lujuriante te enmohezcas entre los huesos, entonces, dile a los gusanos, que te devorarán a besos, que yo guardo la forma y la esencia divina de este amor descompuesto- baudelaire, una carroña