Friday, July 03, 2009


"La preocupación por los pobres es constante. Se teme su desorden. El pobre, el loco, el marginal, desarticulan la sociedad y el deber de asistencia también es una manera de mantener el orden público. Aún más, socorrer a los pobres no tiene como corolario ni como objetivo suprimir la división de la sociedad entre ricos y pobres, sino atenuar las diferencias demasiado profundas entre las clases, que se vuelven peligrosas... Detrás de los preceptos, se alberga una certeza nunca expresada abiertamente: aquel que no tiene, no es... Además, en el conjunto de los textos escritos sobre los cuerpos de los pobres, se percibe de manera implícita o subliminal, un pedido: a ellos les está prohibido odiar, a fin de preservar la tranquilidad pública."

Arlette Farge, de Efusión y tormento: el relato de los cuerpos. Historia del pueblo en el siglo XVIII
pic boris mikhailov