Thursday, July 13, 2006


"Quien esté persuadido de que nuestro país es una meta deseada por los pobres del mundo y extraiga de esta convicción un confuso sentimiento de celo y de halago, se desengañe: no hay ninguna premeditación, nuestras costas son sólo la primera orilla de Europa que está a tiro, el borde de una toalla manoteada a ciegas. "No sabía dónde iba", "No tenía idea de dónde estaba Italia, "No me importaba el destino", repiten todos. Pero entonces me surge una duda: aquello que yo tomé como audacia, la intrepidez de partir a la aventura con la propia vida en un bolso, es quizá justamente lo contrario, una forma extremada de pasividad, una manifestación suprema de paciencia y resignación y por lo tanto, una fuerza aún más invencible que la determinación. Nadie le quitará jamás de la cabeza a quien escapa del infierno con la única pretensión de salvar la vida, la certeza de que en aquella parte del mundo donde se tiene todo hay un lugar también para él, porque, ¿qué razones tendrían sus habitantes, que viven en paz y satisfechos, para cerrarle la puerta en la cara?"

Maria Pace Ottieri, Cuando has nacido no hay dónde esconderse

1 comment:

g. said...

Me duele esto, me duele todo. No puede ser que sea sólo el asco que parece...TIENE que haber un después, TIENE que haber algo más...

Marian: no sabés lo que son las colas en extranjería para pedir el "permiso de retorno" (gente que ya tiene los papeles pero tiene que hacer un trámite de todos modos). Mamás con hijitos que se tienen que ir a dormir en plena calle a las once de la noche para que las atiendan al otro día a las 13.00, con un sol rajante y los hijos hechos pelota y llorando de agotamiento....esto es una locura y cada vez es más y más terrible.

Y NO PUEDO CERRAR LOS OJOS A ESO, NO PUEDO NO VER.